En Pando, Bolivia, los recolectores de asaí de la Reserva Nacional de Vida Silvestre Amazónica Manuripi se han autodenominado “Tigres y Tigresas del asaí” para fortalecer su identidad amazónica y contribuir a la conservación del jaguar, con quien comparten el bosque durante sus actividades de recolección y cosecha de castaña y asaí.
Una brigada de recolección está compuesta por tres miembros: “el tigre guía”, conocedor de los caminos, que busca la siguiente palmera con frutos maduros para cosechar; “el tigre de altura”, que escala las palmeras para recoger los preciados frutos; y “el tigre garras”, que utiliza sus manos para desprender los frutos del racimo y realiza un control de calidad, verificando que sean maduros y limpiándolos para poder embolsarlos y llevarlos a los puntos de venta.
“Antes yo cosechaba asaí para consumo de mi familia, hoy gracias a la implementación de las plantas despulpadoras, se ha convertido en un medio económico que me permite dar sustento a mi familia. Soy un tigre de altura y gracias a los equipos y a las capacitaciones que nos han dado, puedo realizar la cosecha de manera segura” reveló Eluter Sosa de la comunidad San Antonio.