Confeccionado con plumas rojas del ave guará sobre una base de algodón de casi 1,80 metros de largo, el manto volvió a Rio a comienzos de julio y se encuentra en la biblioteca del Museo Nacional.
La capa emplumada es el símbolo más potente de los tupinambá, un pueblo indígena de 4.500 miembros que fue considerado extinto. Y a la vez protagoniza un viaje fascinante que abarca cuatro siglos. Una travesía que le llevó a cruzar el Atlántico de ida en navío, de vuelta, en avión, un periplo que recorre la historia de la colonización, la etnografía y el arte para enlazar universos tan distantes como aldeas indígenas y majestuosos museos nacionales creados por reyes a partir de curiosidades exóticas y alcanza incluso la última edición de la Bienal de Venecia, templo de la vanguardia del arte.
Fuente: Clarín